La presidenta de FADEMUR Castilla-La Mancha, Elisa Fernández, y una delegación de mujeres han participado en la manifestación que se ha desarrollado en Madrid, acompañando a centenares de colectivos en protesta contra la violencia machista que se ha llevado la vida de casi 1.400 mujeres. Aunque es la más cruenta, no se trata de la única cara de la desigualdad de género.
FADEMUR recuerda que los recortes que han padecido las mujeres en materia social han debilitado la lucha contra el terrorismo machista y otras manifestaciones de la desigualdad de género, como las agresiones sexuales, el acoso sexual en el ámbito laboral o la trata.
La presidenta de FADEMUR en la región ha explicado que “corremos el riesgo de volvernos invisibles. No podemos permitir que la sociedad olvide este problema, que tolere y se insensibilice ante una desigualdad que se cobra vidas”. Y ha denunciado que «las víctimas de maltrato en el medio rural sufren aún más el miedo, la impotencia y la incapacidad para salir de la violencia, ya que es mucho más complicado romper con esta lacra al ser entornos más cerrados donde todo el mundo se conoce, no existe el anonimato y hay menos recursos de ayuda”.
Desde FADEMUR afirman que son el primer vínculo donde las mujeres se atreven a confesar que están siendo víctimas de malos tratos, aunque no sean especialistas en trabajar de forma directa con mujeres víctimas de violencia. En el medio rural son imprescindibles las políticas de prevención, educación, concienciación y protección a las mujeres que sufren la violencia machista.
Según la responsable de FADEMUR, “en el medio rural las mujeres tienen más dificultades para denunciar” ya que, entre otras cuestiones, el medio rural no ofrece el anonimato ni la seguridad que en estos casos puede tener el medio urbano. Así, se hacen necesarios más recursos para reforzar la prevención de la violencia de pareja y la violencia sexual.
Algunos de los puntos importantes de la marcha de Madrid:
- Que la lucha contra el terrorismo machista sea una cuestión de estado.
- Que se desarrolle e implemente el Convenio de Estambul y el cumplimiento de las recomendaciones de la CEDAW, y se reforme la ley 1/2004 para que estén reflejadas todas las formas de violencia contra las mujeres.
- Que toda la sociedad y sus organizaciones e instituciones se comprometan en esta lucha.
- Que la lucha y los recursos incluyan tanto la violencia que ejerce la pareja o ex pareja como las agresiones sexuales, el acoso sexual en el ámbito laboral, la trata con fines de explotación sexual/laboral de mujeres y niñas y todas las violencias machistas.
- Que todas las instancias de gobierno se comprometan realmente en la prevención y erradicación de las violencias machistas, así como en la asistencia y reparación de todas las mujeres en situación de violencia, independientemente de la situación administrativa en que se encuentren las mujeres.
- Que el acento se ponga en la protección de las afectadas, facilitando diferentes salidas que impliquen una verdadera recuperación vital, económica y social de ellas así como de sus hijos e hijas.
- Que la prevención sea una política prioritaria, que incluya un sistema coeducativo en todos los ciclos, la formación específica para todo el personal profesional que interviene en los procesos, los medios de comunicación, la producción cultural y la sociedad civil en la lucha contra las violencias machistas.
- Que los medios de comunicación se comprometan a hacer tratamiento adecuado de las diferentes violencias machistas, visibilizándolas, evitando el sensacionalismo morboso en su tratamiento y utilizando un lenguaje y unas imágenes no sexistas.
- La eliminación de la custodia compartida impuesta y el régimen de visitas a los menores de los maltratadores condenados. La retirada y no cesión de la patria potestad a los maltratadores.